¿Has notado que en algunas situaciones tienes más ansiedad? ¿Te preocupa solucionar algo y no puedes encontrar la manera?
Cada una de nosotras tiene un amplio abanico de preocupaciones: la familia, la economía, el dinero, la salud, los problemas del trabajo, eso que tanto deseo y no llega nunca, la crisis, el paro, las guerras, las injusticias, etc., etc., etc.
Si clasificamos estos problemas, podremos darnos cuenta, que algunos de ellos son nuestros y otros, no nos pertenecen.
Vivimos constantemente con estrés y ansiedad…
Preocupadas por todo lo que sucede en nuestro entorno, fijando nuestras miradas en lo que hace o deja de hacer el vecino, el familiar, la pareja o la competencia.
Hay personas que centran sus esfuerzos en querer controlar todo, en cambiar a las personas de su entorno, en solucionar cada problema, en fijarse en los defectos de los demás, o pasando el día quejándose de todo, en definitiva: personas que pasan sus días observando y criticando. Les preocupan los temas enormes, los medianos, los pequeños o los que ni siquiera tienen relación con ellos.
Si realmente quiero mejorar la situación puedo trabajar en lo único sobre lo que tengo control: yo mismo.
Stephen Covey
Preocuparse por ciertos temas no está mal de ningún modo, el problema ocurre cuando ocupa casi todo mi tiempo y queda muy poco para aquello en lo que sí tengo influencia o puedo solucionar.
De esta actitud tóxica resultan sentimientos de culpa, acusaciones y frustración. Cuando te das cuenta que no puedes controlar llega el sentimiento de la impotencia, y de la mano, la ira, rabia, bronca, que en su acumulación diaria pueden provocar alteraciones en la salud : jaquecas, dolores fuertes de estómago, dolores cervicales, y algunos síntomas más.
¿Cuántas cosas que te preocupan están fuera de tu influencia y no puedes hacer nada para cambiarlas?
La energía negativa generada por este foco hace que se pierda la atención en el área en que sí se puede hacer algo. Observa y analiza si ese algo que puedes hacer depende de ti.
Una de las maneras en tomar conciencia de aquello que depende de mí y que puedo solucionar es el Círculo de Control.

Observa las cosas que están dentro de tu círculo de control. Verás que lo que puedes solucionar, depende de ti y otras que encontrarán solución en alguien o algo ajeno a ti, ése es el círculo donde controla otro (aunque a ti te preocupe cómo lo hace).
Podrás identificar las preocupaciones que puedas solucionar con la siguiente pregunta:
¿Depende de mí que se solucione? ¿Tengo el control de lo que sucede?
Si la respuesta es SÍ, te sugiero que comiences a tomar cartas en el asunto, que te responsabilices de lo que sucede. Depende de ti:
1# Tus pensamientos, ideas y creencias, que son tu interpretación sobre la realidad, si algo no te gusta cambia la manera de ver las cosas para que las cosas cambien de forma.
2# Tus palabras. Eres lo que dices. Tus palabras hablan sobre ti, salen de ti y crean la realidad en la que vives.
3# Tus errores. Asume tu responsabilidad ante ellos, tú eres la única persona que puede equivocarse. Nadie tiene culpa sobre lo que te sucede, y nadie te ha hecho nada malo. Nadie puede tomar una decisión por ti, a menos que se lo permitas. Es tu absoluta responsabilidad. Házte cargo.
4# Tus actitudes que están influenciadas por tus emociones. La actitud que escojas determinará tu éxito en la vida o no. Si la respuesta es que NO puedes controlar nada, retírate, relájate, porque por mucho que sufras no conseguirás cambiar nada.
No te Pre-Ocupes por aquello que no está en tus manos cambiar, en ello está la Aceptación y Ocúpate por las cosas si están bajo tu control, ello te lleva a la Actuación.
Señor dame Serenidad para las cosas que no controlo.
Plegaria de la serenidad
Valor para cambiar las que puedo controlar.
Sabiduría para reconocerlas
Aprende a controlar todo aquello que de tí depende. Escríbeme y te diré como ayudarte…
¿Nos vemos en el camino?
Ale