Se habla mucho de la zona de confort o zona de comodidad. Pero, ¿Reconoces de verdad cuando estás en ella?.
Se necesita una buena dosis de humildad y autoconocimiento para “darte cuenta” del momento que estás transitando, y desde ese gran don que tienes que se llama “Libertad de elección”, decidir cómo quieres que sea tu vida.
Empecemos por definir qué es la zona de confort…
“Aparente estado de comodidad que te lleva a la muerte en vida. Justificación perfecta para No Hacer, No Crecer, No arriesgarse y No vivir.”
Ésta es una de las definiciones del nuevo diccionario de la Lengua Espiritual, y define para mí, ese estado en el que una persona puede pasarse una larga temporada en una especie de anestecia que la mantendrá dormida…y hablo con conocimiento de causa: Yo misma estuve en ese sitio, y te aseguro que es el estado más catatónico que he experimentado.
Este estado tiene varias etapas, las cuales puedes ir descubriendo si tomas una perspectiva sincera de “observadora”, ver la situación que estás viviendo desde afuera te dará las pautas de cómo te conviene movilizarte.
Vamos a ir definiendo cada zona:
La zona de confort
Es aquella zona donde permaneces estática, a veces la comparo con estar sentada en un sofá mirando por un ventanal, pensando que se está a salvo de ese mundo tan vorágine que se ve afuera.
Lo curioso de esta situación es que todas las personas alguna vez hemos estado en ese sitio; Algunas se han acomodado tan a gustito que se pasan el resto de su vida ahí; otras salen y entran y otras más nos preparamos una mochila con recursos y herramientas y salimos a explorar. A veces no todo es como te lo imaginabas, y otras veces, las sorpresas, las alegrías, las satisfacciones son tan grandes que te dan ganas de continuar explorando.
Quedarse en esa zona de confort es aceptar que “lo que tienes” o lo que te “ha tocado”, como escucho a menudo, es dejar que otros elijan por ti, es justificar tus limitaciones y tus frases de turno:
“Uyyy eso es muy difícil, que lo haga otro”; “No puedo, nunca lo he hecho”; “Eso no es para mí”; “Déjame que aquí estoy tranquilo”….
Permanecer en la zona de confort es cerrar los ojos a la vida, es olvidarte que tienes una misión, no responsabilizarte de tu vida, de tus actos, de tus palabras; es dejarse morir lentamente.
“Somos lo que hacemos día a día; de modo que la excelencia no es un acto, es un hábito”.
Aritóteles
Zona de Pánico y Miedo:
El deseo de cambiar algo en las personas viene a raíz de esa zona de confort, cuando pasas mucho tiempo en ese “sofá” mirando por la ventana. Es posible que al principio te hayas sentido cómoda, luego empieza a incomodarte y cuando te duele mucho el cuerpo, decides levantarte.
En ese momento se produce el Cambio, sales de tu zona de confort y pasas a la siguiente zona, ya que has estado tanto tiempo a gusto con lo que conoces, que lo que desconoces te produce miedo, y rondan por tu cabeza la creencia limitante de antes…esa que te dice: ”No puedo hacerlo”.
Venga, Toma fuerza y ánimo, y observa que detrás de ese miedo se encuentra una oportunidad.
Zona de aprendizaje:
Aún así, con todas esas emociones en alerta, decides continuar y atravesar otra frontera: la zona de aprendizaje, es la zona de la Realidad, lo que está pasando en tu entorno y que tú antes te negabas a ver y así es como comienzas a Aprender, indagar, observar, porque necesitas herramientas para continuar tu camino hasta la…
Zona de Crecimiento
Aquí es donde tu autoestima se ha fortalecido porque has explorado tanto que llegas a descubrir Quién Eres y Qué Quieres.
Encuentras tu propósito de vida, comienzas a hacer realidad tus sueños y tal vez encuentres nuevas metas que conquistar. Ése es el riesgo maravilloso de salir de la zona de confort: Aprender de cada desafío y transformarlo en una forma de vida.
Hay personas que dicen: “¿Y si me sale mal?
Yo te pregunto: ….¿Y Si te sale bien?
¡Hacer, Crecer, Arriesgar, Vivir! La vida es una aventura, está para vivirla, para disfrutarla.
¿Qué puedes perder? Y si piensas que perderás algo… ¿Podrás continuar respirando sin eso que perdiste?
Estar en la Zona de Confort no es malo, puedes entrar y salir de ella tantas veces te haga falta, el problema es cuando se vuelve una adicción, y te pasas toda la vida en ese estado catatónico, esperando que “algo suceda” o “que alguien te rescate”.
Tal vez puedas preguntarte si eso es lo que quieres para tu vida.
Recuerda que no todas las personas son iguales, cada cual vive su vida de acuerdo a su propio mapa, y lo que es bueno para uno tal vez no lo sea para otro. Cada cambio requiere de un proceso, date tiempo, sé flexible contigo y recuerda:
“La vida está para Vivirla”
Alguien que se dió cuenta que le quedaban 4 días…
Si decides a tu Zona de Crecimiento, puedo acompañarte en el camino. Todos alguna vez necesitamos un empujón y yo estaré encantada de dártelo…
¿Nos vemos en el camino?
2 comentarios en “Quiero y no puedo. Reconoce tu zona de confort.”
“La vida es una aventura”!! Me encanta verlo así y sentirme como una mochilera en busca de experiencias para crecer y aportar.
Gracias Ale por tu chute de energía! Así lo he sentido yo.
A por ello Eva!!!Vivir es la mejor aventura!